Sobrenatural

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Este sitio.

Este sitio sin fines de lucro, esta dedicado a la transferencia de información, sobre acontecimientos sucedidos en el pueblo de naica, tratar de dar explicación a los acontecimientos. También algunas historias que no suceden obviamente, algo de ficción como las principales entradas sobre un apocalipsis zombie.
Disfruten la estancia en éste, su sitio.

sábado, 6 de abril de 2013

Día 12, diario de chato.




Día 12.

Al día de hoy pude comprender porque se acumulan en el centro de Naica, aún hay más sobrevivientes, y los esperan devorar. Quiero llegar hasta donde están, pero creo será una misión imposible. Prefiero arriesgar mi vida a pasar otro día platicando solo conmigo mismo. Estoy tan loco que me empiezo a desesperar, me siento como Golum del señor de los anillos, es algo tonto pero me gusta tener parecidos con algunos libros que he leído, películas que haya visto y a veces hasta canciones. A veces creo que podría encontrar a un Enrico, un zombie que me pudiera hablar, alguien que tenga cierto control sobre la enfermedad, así como en el libro Diario de un zombie, pero por más que inicio saludándolos cuando los veo, solo me responden con un gruñido y una mirada llena de rabia, ¿Pero qué les he hecho para que me vean así? Es acaso que tienen celos de que aun puedo tener control sobre mi cuerpo, no lo sé y aun no me ha llegado a contestar ninguno, si algún día sucede créanme que se los preguntare.

El noveno día volvieron los militares, solo que esta vez fueron desde la entrada del lado de conchos, escuche los disparos y fue una cantidad exagerada, y escuche algo aún más raro; unas campanadas. No creo que estos seres puedan tocar la campana, lo que me indica que aún hay sobrevivientes, así que decidí ir a observar desde una distancia segura, procurando no llamar la atención, así que me fui en la bicicleta, con los binoculares al cuello, una pequeña mochila con 8 latas alimento, un montón de estacas, mis dos machetes de la suerte y el bate.

Baje un par de cuadras, y fui por el lado de la sala de velación, dado que ahí hay una bodega para las pacas de alfalfa de alimentación para las vacas, y ahí puedo subir para observar, subiendo primero algún tractor puede ser posible que tenga buen ángulo de visión y sí no es así, puedo brincar al techo de la bodega. Y así fue como le hice, llegando abrí las rejas que estaban cerradas, había un par de cadáveres dentro, pero nada de qué preocuparme, si quisieran morderme se hubieran levantado al primer movimiento que vieran. Olvide mencionar que llegue muy agitado, viaje rápido pero silencioso, para no atraer muchos, llegaron 4 caníbales a la reja, pero me encargue de ellos luego. Fueron un par de campanadas las que dieron, pero ellos son la razón por la cual se acumulan en el centro, sin que estuvieran ellos ahí creo me hubieran devorado hace tiempo, pues habría más esparcidos por todos lados, o no podría salir de mi casa. Entonces debo de dar un tipo de agradecimiento a que me hagan pasar inadvertido, al menos para la mayoría.

De aquí si pude observar a los militares, se quedó un camión atrás, creo se retiraron porque fueron bastantes las bajas. Si solo pudiera llegar a él podría contar con armas de fuego, pero estas los atraen más. Solo quisiera alguna en caso de emergencia, por el momento estoy más que bien con mis herramientas que cuento. Los militares corrieron como si sus amos los persiguieran para azotarlos dijo una vez Legolas en el señor de los anillos. Las campanadas han de haber sido para llamar la atención de los militares, si antes no habían sonado fue porque estaban bien, entonces supongo hay algo mal. Recuerdo haber oído mencionar a mi madre que la iglesia tiene un patio, pegado al patio del salón para fiestas y eventos llamado Reforma, de la familia Chavez, buenos amigos. 

Si llego hasta él y puedo abrir la cadena, podría pasar por el salón, llegar al patio y brincar a barda para llegar a los terrenos de la iglesia, ver lo que sucede, ver quien está vivo y tratar de ayudar, mantener al menos una conversación sana que no termine con mis pensamientos en salir corriendo de Naica, si puedo ayudar lo haré. Ese noveno día ya no pude hacer nada, pues se me consumió el día observando como la ola de desgraciados topaban contra la roca solida de la iglesia, no me sorprende la verdad que estén dentro sobrevivientes, la barda del lugar mide al menos un metro de ancho y metro y medio de alto, con rejas bien dentro del concreto, es un lugar que aguantaría incluso choques de autos, ¿qué podría hacer contra ella un montón de cadáveres caminantes? La verdad no creo que mucho, la insistencia de ellos ha de ser grande de su parte, pero no sé qué medidas tomaran, ni cual sea la cantidad de personas que se encuentren dentro, o su ocupación o pensamiento. 

Sacando un poco de tema, siempre me ha gustado imaginar que piensan los demás, es algo que se me hace interesante, tratar de comprender a la gente sin tener idea concreta de lo que piensen.
Terminando de observar y ya habiéndose consumido todo mi día, baje del techo al tractor, y baje de ahí con cuidado de no brincar y lastimarme un pie, supongo seria de muy mala suerte. Saque unas estacas de la mochila, a ese momento se reunían 6 ilusos queriendo devorarme en la reja, colocaba la estaca en su frente o su ojo y la hundía con el bate. Así con cada uno, abrí la reja, quite las estacas, las enrede en una playera sucia que traía también dentro de la mochila, guarde y subí a mi bicicleta, me retire a casa, por el mismo camino, y derramando cloro por mis pasos, para evitar que me sigan por el olor.

El décimo día solo me dedique a hacer estacas, fui a la cuadra de a lado, por un montón de madera, saque un arco y su segueta de una de las cajas de herramientas que encontré en los patios de mis vecinos, una navaja para hacer las puntas y me puse a trabajar. Hice 96 estacas, claro que hay una cantidad exagerada de infectados frente y en los alrededores del lugar, pero de algo servirán, afile los cuchillos de cocina al momento cuento con  14, con buena punta, tome algunas varillas de construcción de la cuadra de enseguida, para hacerles picos a los lados; hacer unos mondadientes gigantes y de metal, más de medio metro de largo, algo que poder clavar en el ojo humano y atravesar hasta el cerebro desde una distancia segura. 

Prepare un buen arsenal ese día, hice alrededor de 5 mochilas de puro equipo, encontré 2 tanques de gas de cocina de alrededor de 10 kilogramos en la cuadra 13 y uno más que estaba en casa de mi hermana, recordaba haber ido a llenarlo varias veces, y por el peso que tienen puedo suponer tienen entre 4 y 8 kilos de gas cada uno, solo que no puedo encontrar forma de llevar tanto equipo en un viaje, supongo que lo hare por días, eso aún está en planes porque quiero ir en la bicicleta y cargar una pildorita con buen peso ahí es difícil, desequilibra y te hace ir lento, también encontré más envases de caguamas en las cuadras vecinas, eliminando caminantes infectados, un total de 16 ese día, fue un día agotador, pero quiero lo antes posible ir con esas personas, mantener una conversación, estoy algo nervioso, no sé cómo llegar a saludar, tal vez pregunte por el clima o algo así involuntariamente, pienso que mi estupidez actuara más rápido que mis dudas y razonamiento, pensar que eso me han hecho solo 12 días de soledad.

Este onceavo día me levante muy tarde, pero ¿qué es mejor que levantarse sin el frustrante sonido ensordecedor del silencio y un rayo del sol en la frente?
Hoy después de 2 días que no me había aseado, lo hice, gaste un poco de agua de garrafones que tengo, aun me quedan 3, y un baño refresca muy bien en estos tiempos de calor, aunque afuera apeste a rayos, principalmente a muerte, yo ese día olía a mi desodorante, claro es tan fuerte que se mete en otros comerciales, ese vídeo de old spice en youtube me hizo reír mucho, que cuando me lo estaba poniendo pensaba que llegaría el sujeto del comercial y entraría hecho zombie por la ventana a decir que incluso así podía meterse en la historia de los demás, hilarante. 

Para ese momento ya habían pasado las 2 de la tarde, ese día no lo considere perdido, pues me encontraba adolorido del día anterior, así que me puse a meditar y escuchar Naica, escuchar cómo se desmoronaba, y pensar que tal vez llegara a encontrar cadáveres o mi muerte en la casa de Dios.
Hoy me levante muy temprano, pues hoy estoy decidido a encontrar alimentos, para mi nuevo o nuevos amigos, estoy decidido a llegar hasta ahí, si es posible quedarme, aunque creo no me sentiría bien fuera de mi hogar, mi pequeña guarida. 

Repartí utensilios importantes y provisiones en mis mochilas de escape y salí de compras, recordé haber visto una carretilla en donde se encontraba la ampliación de la casa de mi vecino, donde encontré la madera, las palas y el pico, así que fui por ella y me la lleve a la tienda donde libre de esa sucia enfermedad a la niña, lleve otros tres garrafones de agua a mi casa, y demasiado mandado, principalmente las latas que no me había llevado y galletas, botellas individuales de agua.
En ese viaje no me encontré con ninguna sorpresa, a menos de 100 metros esta la tienda grande donde a los primeros días abrieron y devoraron gente mis vecinos enfermos. Puede que quedara algo, me dije y fui a asomarme, dentro estaban dos señoras un poco pasadas de peso convertidas, la verdad las recuerdo solo de vista pero sé que no vivían muy lejos de aquí, tome mi bate y deje inconsciente a la primera, tome el hacha y destroce la cabeza de la segunda, eche un vistazo fuera, para asegurarme de no atraer a muchos, pues me encuentro en un lugar cerrado, si fuera un lugar abierto tendría a donde huir, pero ahí no, no divise ninguno cerca o potencialmente peligroso, me volví a buscar entre un montón de basura, los restos de una batalla perdida, conseguí llenar la carrucha de mezquites, azúcar, sal, café, leche en polvo, cereales, latas de atún, y vegetales, frutas en almíbar, un montón de botellas de agua de litro y litro con un medio, incluso conseguí más botellas de cloro, las cuales me harían falta luego.
Fueron en total dos viajes con la carretilla al lugar, divisaba unos a lo lejos, pero aceleraba un poco el paso y en el callejón frente a mi casa me encargaba de ellos, tres en un viaje y dos en el otro, entre ellos dos hermanos vecinos míos, de la cuadra 17, los conocía desde niños, pero hoy para mí solo eran monstruos queriéndome arrancar un pedazo de carne para que me uniera a ellos. Llene 3 maletas de víveres, y como siempre el problema será como llevar todo y mi bicicleta al lugar, teniendo en cuenta que hay una cantidad 
muy grande de infectados en mi camino. Ese será un problema ya de mañana, por hoy me digno a dormir, en ese mundo de sueños es donde aún sigo viendo a las personas que importan, donde sigo riendo por todo y jugando como siempre, a veces quisiera dormirme y que el sueño fuera la realidad, no volver a esta pesadilla. 

martes, 2 de abril de 2013

Dia 8, diario de chato.




Día 8

Bienvenidos de nuevo a mi pequeño pedazo de luz en esta interminable oscuridad.
Esto de estar solo encerrado sin nadie con quien hablar me estaba matando más de lo que hubiera hecho esa enfermedad que se encuentra fuera de casa, el quinto día evite salir; escuche muchos gruñidos por el callejón, creo que sabían me encontraba aquí, pero se confunden con el olor, el cloro que he puesto en las ventanas y puertas me ha ayudado, vi como eso funciono en la película de Soy Leyenda de Will Smith, así que ¿por qué no intentarlo? Ayuda, pero no me oculta del todo.
Hubiera querido escribir un poco el día que no pude salir pero solo me la pase en mi azotea, viendo los grupos de seres nada inteligentes y como peleaban con los sonidos de cualquier lugar, hasta que divise como comían a una señora y a su hijo en la plaza del minero, cerca del centro del pueblo, esto con mí telescopio, no sé si estuvieran escondidos en la tienda que se encuentra enseguida o fueran por comida, estar varios días sin comida es algo terrible que puede llevar a hacer estupideces. Claro que no ha sido mi problema, pues me abastecí muy bien desde el tercer día, pero como les mencionaba observe otra de las atrocidades de esta enfermedad, esta familia fue abatida por un grupo de aproximadamente 20 enfermos, pero no tardaron en llegar más de cien.

Es este tipo de rabia por la impotencia; la que más me hace odiarlos, yo quería quedarme a estudiarlos, a comprenderlos, a tratar de salvar gente y lo único que puedo hacer desde aquí es verlos morir sí es que no quiero unirmeles al festín. Empiezo a creer que no fue una buena idea quedarme, esto de tratar de ser héroe es más fuerte de lo que puedo soportar.

Al menos hoy tengo luz, no contaba con una gran cantidad de veladoras, pero ya cuento con un foco que pegue a la batería de uno de los carros de mis vecinos, el cuarto y quinto día estuve a oscuras, en parte por eso no pude escribir. Después de las 2 de la tarde que paso esa desgracia a un kilómetro de mi recinto, me quede solo viendo el cielo, tratando de comprender porque me había tocado a mí ver esa masacre, y si quería decirme algo Dios, la verdad aún no sé qué pensar, prefiero no hacerlo, aparte de volverme loco por la seriedad de este pueblo, me volvería loco por no comprender, ¿quién soy yo para comprender a Dios? Es por eso que deje de intentarlo, no soy más que un simple pedazo de carne, ni si quiera me encuentro encima de la cadena alimenticia en estos momentos. Si estas cosas pasan y no las puedo evitar, es mejor no recordarlas, días como estos, en los que me toca ver cosas que nunca imaginaria haber visto es cuando maldigo mi buena memoria, desearía poder olvidarlo todo, poder gozar de ese maravilloso don del Alzhéimer. Después de haber estado un buen rato con mi batalla interna contra un Dios incomprendido, me quede a ver las estrellas, la luna que iluminaba muy bella esa noche, lo único que desentonaba eran los gruñidos debajo de mí.

Las trampas para bobos que puse se llenaron esa noche, a la mañana del sexto día me digne a quemar esos cadáveres, pues la trampa es la apertura de la cámara del drenaje, y esa es la única pasada hacia el centro de las casas, la cuadra; que es donde vivo, tiene un montón de casas pegadas en forma de cuadro, con un espacio libre al centro, y una ligera entrada que es por donde pasan las funciones sanitarias a llevarse la basura, y yo tengo aun algo de gasolina, solo la vertí dentro del pozo, solo un poco para no atraer visualmente con humo y su olor no los atrae, no es problema quemarlos, hoy cuento con aproximadamente unos 40 litros, de tan solo los carros que se encontraban alrededor de mi casa, estaba pensando llevar algunos galones de más hacia mi carro, pero es muy peligroso, tal vez lo haga el día que huya de aquí.

He evitado abrir las casas de los vecinos, pues no he escuchado ruidos en ninguna, eso me da a conocer mi soledad en este lugar, podría haber resguardado al menos unas 20 personas por un mes, pero preferiría ayudarlos a escapar. Durante este sexto día salí a desmantelar los autos de los vecinos, al no querer abrir sus casas, por temor a que me pudiera encontrar, tal vez una cantidad exagerada de caníbales enfermos. Así que preferí quitarles las cosas que me pueden servir, hice un gran cateo general a toda mi manzana, solo había recogido un bate de baseball y pensé que podría haber aún más cosas que me pudieran servir, en el patio de la casa de un amigo encontré una bicicleta, una bomba de aire, les quite las llantas a los carros y trocas, para hacer un tipo de barricada hacia mi casa, como un fuerte, y tener más oportunidad de defenderme o al menos retrasarlos, también les vacié el tanque de gasolina e hice unas bombas molotov con envases de caguamas que iba encontrando en los otros patios, me quedaron 40 litros en galones, que tengo por ahora en mi casa, la bicicleta me puede servir para ir alguna distancia larga, tenían un dinamo también que no estaba instalado en la bicicleta, también ahora cuento con una gran cantidad de cajas de herramientas, y pilas de carro, encontré un cargador de celular para el encendedor de carro, por el momento ya lo puse a cargar, aunque me encuentre sin señal, pero al menos ahora puedo ponerme un poco de música con mis audífonos y volver al pasado, recordar cómo eran de simples las cosas una semana antes.


El sexto día como pudieron ver estuve muy ocupado, y como casi a diario seguí acabando con mis vecinos convertidos en monstruos, maté 12 solo el sexto día, 10 que cayeron en mis trampas a la entrada de la manzana y dos que se encontraban en el callejón frente a mi casa, son una pareja ya un poco grande que siempre ha vivido en la esquina que se encuentra bajo mi casa, en la cuadra de la casa de mi hermana, eran sus vecinos, un hombre grande que se encontraba lleno de mordidas en el estómago y una en el cuello, su esposa tenía unas en los brazos y cojeaba de una pierna, no sé si fuera una herida de ya convertida en caníbal u otra mordida más, primero deje viuda a mi vecina, su esposo está muy fuerte, y gracias a Dios que no me atacaron juntos, porque la señora también es una mujer grande, se encontraban husmeando por el callejón, cuando me asome por una ventana para ver donde estaban, me topé con que estaban exactamente en esa ventana, puede que la falta de alimento les agudice el olfato, pero no se alejaba, su esposa se encontraba en la esquina. 

Salí con mis machetes bien afilados, a estrenar el filo, le di un machetazo en el brazo que salió disparado al suelo, creo que por el ángulo en el que di el corte, solo gruño y trato de alcanzarme, pero le clave el otro machete en el cuello, para esto ya había hecho mucho ruido o desprendido mucho olor, su esposa inmediatamente se dirigió a donde yo forcejaba con él, antes de que pudiera llegar, ya había dejado a su esposo de lado contra la pared de mi casa, con el machete que corte su mano, le di dos cortes en la cabeza y paro de moverse, su esposa ya estaba sobre mí, y por un momento pensé que me iba a alcanzar a morder, me tenía acostado en el piso y mordisqueando a pocos centímetros de mi cara, no sé de donde saque un poco más de fuerzas y la lance hacia arriba, cayo con el trasero sobre el piso, le patee la sien y se desmayó, le clave uno de los machetes en la cabeza, recogí el otro que se encontraba en el suelo, jale un cuerpo hacia la calle de abajo y el otro arriba, para ayudarme un poco más a ocultar mi olor, dado que últimamente vagaban muchos por ahí en la noche. Algo que cabe mencionar es que no es muy común que se queden un tiempo en un lugar, no son nada sedentarios estos pequeños animales de la destrucción. 


Después de este gran susto que me dio mi vecina me dispuse a dormir toda la tarde y noche.
Este séptimo día junte los tanques de gas, y coloque uno en la entrada de la cuadra, tengo aquí unos dentro de mi casa, dos en cada orilla del callejón, del lado de abajo y dos en el de arriba. Pienso que si algún día me lastiman muchos caníbales y yo cuento con un arma de fuego, podría explotarlos, es un buen plan de muerte, y lo hice a pesar de que amo la vida.
Seguí colocando cloro sobre las puertas y ventanas, selle bien las salidas de aire, y me dispuse a cocinar un arroz, en la estufa, fue un muy gran acompañamiento de mis latas de comida.
El resto de la tarde lo pase igual en el techo de mi casa observando a mi bello pueblo de naica ser devorado por esos demonios.

Y hoy, este octavo día, o primer día de la segunda semana, me levante como si fuera cualquier otro día, me coloque mis audífonos y salí de nuevo a dar una vuelta, caminando por las calles, no muy lejos de mí casa, matando uno que otro monstruo y solo con mi sentido de la vista pues el oído lo tenía totalmente ocupado en Rage against the machine, divisando de lejos algún inconveniente me preparaba para eliminarlo, creo que atraje algunos más a mi área con mi olor, pero también  observe una gran cantidad de cosas que me pueden servir, podría quitar los neumáticos de todos los autos a la redonda, encontré palas y un pico en la cuadra vecina, un montón de bloques y madera, para construcción. Haré bloqueos en ambos lados de la calle, para evitar sorpresas, si algún enfermo llega a pasar, pasara de uno en uno y así podré eliminarlos, algo parecido a lo que aplique a la entrada de la cuadra, solo que ahí de uno en uno caen en la fosa donde les prendo fuego. No creo terminar con todos ellos, pero al menos es un plan y lo estoy llevando acabo. Tengo mucho trabajo por hacer, crear una fortaleza y sobrevivir.

No comprendo porque todos los enfermos se encuentran en las áreas del centro y les gusta dirigirse hacia allá, podría ser posible viajar por las orillas, y ya tengo aparato mi transporte una buena y veloz bicicleta, puede que sea fácil ir a las casas de mis familiares y amigos. Vi a mi tía y primas de la esquina convertidas, pero las vi de lejos dirigiéndose hacia el centro de naica, no sé si tengan un tipo de seguridad al encontrarse en un grupo grande, como nosotros en las escuelas o grupos de amigos.
Irónicamente para nosotros los grupos grandes son ahora sinónimo de muerte.

viernes, 29 de marzo de 2013

Día 4, diario de chato.




Día 4.
Hoy corre el cuarto día después de que esta infección caníbal se desatara en el pueblo donde resido.
Creo que no hay muchos sobrevivientes, muchos huyeron aunque la mayoría no alcanzara a hacerlo, espero no se fueran infectados y propagaran más la enfermedad. Ya no se escuchan más animales, creo todos fueron devorados por estas bestias. El martes al anochecer pude ver como un grupo de zombies entro en la tienda que se encuentra a 3 cuadras de mi casa, me he subido a mi azotea a diario a observarlos, pude descubrir que no son muy rápidos, lo que los hace peligrosos es que andan en grupos, no corren, pero no se cansan muy rápido pues perdieron la capacidad de desechar líquidos, supongo que los utilizan para digerir los alimentos, también observe que después de comer son más pesados, lo aprendí sin querer y fue triste.
Después de que encontraron al grupo de sobrevivientes que se encontraban escondidos en la tienda, quise alejarlos; pero los gritos de la mujer que se encontraba dentro fueron más atractivos para ellos que la bocina de auto que deje encendida a una cuadra de ahí, era un grupo de al menos 50. El distractor inútil de mi parte trajo muchos a mi área, naica es pequeño, un aproximado de 8000 mil personas, creo que el 50% ya se convirtió por lo que veo en las calles, son bastantes, y vagan por todos lados, el pueblo huele muy feo; a podrido.

El día martes pude capturar a uno, se desmayó de un golpe que le di en la cabeza con un bate que saque de un corral vecino, procure no hacerlo tan fuerte y aproveche que se metió en el centro de la cuadra donde vivo, he puesto algunas trampas para bobos que no los dejan pasar, corte sus brazos y piernas, para evitar que se moviera, mientras trataba de averiguar algo de ellos, pude observar qué si los golpeas no se detienen, puede que sufran el dolor más no lo demuestran, y no es un impedimento para tratar de satisfacer sus deseos de comer, trate de hacer que se comiera a sí mismo, pero no lo logre, creo lo que les atrae es el olor, más no sé exactamente qué olor. A pesar de estar enfermos y con heridas horribles, respiran; entonces con desinflar sus pulmones su sangre dejara de llevar oxígeno a los órganos y trabajaran aún más lento, pero no pude probar esa teoría, lo que hice fue acuchillar su corazón, se desangro aun queriéndome alcanzar. El dolor no es impedimento, pero murió desangrado, la sangre me sirvió para echar en las puertas de salida de mí pequeña fortaleza, mi hogar, así no podrán olerme.
Con el mismo sujeto pude observar otra cosa; cuentan con funciones por decirlo vitales, el sujeto de experimentación creo que era un militar, media aproximadamente 1.60 mts. de altura, color moreno no tan claro, y comprobé que en realidad no están muertos, simplemente enfermos, el cerebro sigue mandando funciones como la necesidad de comer y defecar, lo cual hacen después de comer, supongo su organismo a la hora de aprovechar los alimentos es diferente al nuestro, su piel se seca, creo por la falta de hidratación, sus huesos se hacen porosos, espero al pasar una semana el sol y la falta de agua los hagan más lentos, para poder checar si hay más sobrevivientes aquí y ayudarlos a salir.

Durante estos días estuve pensando que sería mejor no salir de naica, fui a una tienda pequeña por provisiones, gracias a estar solo pude quedarme los garrafones de agua para mí, son 6 los que quedan cerrados aun y el séptimo lo estoy bebiendo en este momento, creo con ellos puedo sobrevivir un buen rato, aparte de que en la tienda hay más, recuerdo haber contado 11, para poder traer más si es que termino con estos.
Como les mencione hace algunos párrafos; se hacen lentos, pero el problema es que cada día escucho gritos en alguna parte lejana de mi casa, lo cual indica que alguien se ha convertido ese día, el problema es que no duran mucho los gritos de aquí a que tomo precauciones y tomo mis binoculares para salir, ya es muy tarde.

Ayer vinieron unas camionetas llenas de militares, las vi en la mañana por donde deje mi carro, se encuentra con las llaves bajo el asiento, y bastante combustible, está listo para cualquier momento que se necesite. Los militares fueron abatidos por al menos trecientos enfermos, huyeron con algunos heridos, espero los mataran antes de que se les desplace la plaga por toda su base militar, también pude ver que a ellos el día de hoy y ayer les llovieron los grupos de enfermos, principalmente porque las armas de fuego hacen mucho ruido, cuando ellos vinieron y vi que se empezaron a mover los grupos errantes a la entrada de naica aproveche para ir a por algo de alimento a la tienda pequeña cercana, al parecer no había nadie totalmente vivo dentro, tuve que deshacerme de una viejita, un hombre adulto, una mujer y su niña, la verdad fue muy duro ver una niña así de mal, tenía una mordida en la pierna llena de sangre coagulada y una mirada tan inhumana.
Corrí por el callejón de debajo mi casa, la puerta no estaba atrancada, como está siempre que va uno a comprar, o iba mejor dicho, dentro tire una bolsa de papas para que salieran, aparecieron primero el hombre y la mujer adultos, al día de hoy además de mi machete de la suerte cuento con estacas de madera y unas varillas de acero que cogí de mi patio y afile yo mismo, me encargue primero del hombre, le disloque el hombro, lo tire al suelo y apuñale con una estaca de madera en el ojo, levantándome la pise para asegurar entrara hasta su cráneo, luego vino la señora a por mí, la patee de frente y cuando cayó, igual; una estaca en el ojo. Pensé que eran los únicos que estaban en la casa, pero antes de guardar la comida decidí echar un vistazo dado que esa casa tiene estufa de leña, pensé que podrían tener un machete, y vaya sorpresa que encontré un hacha pequeña, dos machetes, una lija y un martillo, los guarde en un morral de minero y los traje a la puerta, la cual atranque bien, cuando regrese a revisar, encontré a la anciana en un cuarto, tirada en la cama sin poder levantarse, creo por la edad y las heridas, además se escuchaban unos ruidos en el baño, a la anciana le corte el cuello con el hacha, y cuando abrí el baño para ver quien estaba dentro encerrado y vi la niña, me paralice por un momento, si había visto niños convertidos, pero no me había tocado deshacerme de alguno, reaccione antes de que fuera tarde, lo bueno fue que estaba muy delgada, la patada que le di la tiro al suelo y creo le quebró una costilla, mis zapatos de trabajo con casquillo me han salvado ya de algunas. No quería hacerlo, la verdad nunca había pensado en querer deshacer la enfermedad, pero me dio mucha lastima tener que hacerme cargo de ella, ¡Rayos! Era solo una niña, la verdad sí descubro que hay cura para esta enfermedad no podre con la culpa de todo lo que he hecho. Solo le deje caer el hacha en la cabeza, cerrando mis ojos, pues no estaba seguro de ello.
Termine de revisar la casa, en caso de que tuvieran armas de fuego, no es que me gusten, pero alguna ocasión se podría necesitar, pero no había arma alguna además de las que guarde en el morral, fui a la cocina, solo agarre algunos cuchillos más y una lima para sacar filo, los cuales igual lleve al morral, estaba pensando en hacer dos viajes, pero no podría arriesgarme, los disparos de los militares aún se escuchaban, vaya que estaban librando una guerra, agarre muchas latas que tenían, unas botellas de agua, papel higiénico, cloro, jabón, galletas, llene por completo mi maleta de mandado, y también recogí un par de leños que tenían en el patio.
Llego el momento de retirarme de la casa, alcé la maleta, me coloque el morral, saque mi machete y decidí largarme lo más rápido posible, estuvo un poco duro, pero a mi suerte no me encontré con ningún enfermo de frente, solo divise a uno de lejos, pero no pareció ponerme atención, estaba más concentrado en seguir el sonido de las armas militares, debo decir que por un momento me pareció buena idea eso de huir cuando vi las camionetas militares, pero teniendo en cuenta la cantidad de enfermos que hay y habiendo observado que el ruido los atrae, pensé que solo estaban ahí para morir por órdenes superiores.
Aun no logro averiguar en qué viajar hasta el otro lado de naica a la casa de mi tía, pensaba una bicicleta, pero de eso me encargaré mañana, por hoy ya es la 1:45 am y me dispondré a descansar algunas horas, espero hoy no soñar con aquella niña. 

martes, 26 de marzo de 2013

Día 1, diario de chato.





Día 1.

Soy un sobreviviente contando mí historia, soy estudiante de ingeniero en física, escritor de blog, algo loco y practicante de artes marciales.

Primer día del fin del mundo.
Corría el día 25 de marzo del año 2013, parecía un día normal; vacaciones de semana santa en proceso. Me levante a las 10 de la mañana, pues me quede leyendo hasta tarde.
A partir de las 1300 comenzaron algunos pleitos en calles, donde se apreciaban casos un poco maniacos y caníbales, yo de inmediato supe sobre que iba esto, me encerré en mi casa, puse muebles en las ventanas para evitar visibilidad hacia dentro, y solo yo saber entrar y salir, trate de hacer menos ruidos posibles, todo esto fue cuando vi que los escasos policías de Naica habían sido las primeras presas de estos altercados.
Como siempre el primer día es el más difícil, espero. El asimilar que todo para lo que uno nunca se preparó está sucediendo.

A mi suerte mi familia tomo sus precauciones y huyo al lugar donde se encuentra mi padre, yo me quede en Naica para buscar al resto de la familia y tratar de reunirme con ellos luego, el radio no daba noticias de riñas similares en delicias, así que cuanto supe que pasaba; mi madre, abuelo, hermana, cuñado, sobrina y prima (casi hermana adoptiva), se fueron en la camioneta.  Por suerte mi madre cargo gasolina a tempranas horas. Mi señora madre me permitió quedarme; pues confía en que haré lo posible por llevarme a todos los familiares lejos. Ella sabía que si alguien tiene oportunidad de sobrevivir aquí solo, puedo ser yo, pues tengo más experiencia en pelea, y no me rendiría ante nada, ella me considera alguien listo  y trabajo mejor sin preocupaciones, ella conoce mi frialdad y sabe que una experiencia así no me quitará mi humanidad, ahorita espero se encuentren bien en el diminuto pueblo fuera de vista donde trabaja mi padre.

En ése lugar debido al narcotráfico la mayoría de las personas cuenta con armas de fuego, tengo confianza de que harán causa común sí es que la enfermedad llega hasta allá.
Después de proteger mí casa y tras dejar libre a mi perro Terry para que no atrajera a los caníbales enfermos, lo que ha sido más fuerte para mí en este día, salí de la casa al patio, donde él se encontraba dentro ladrando, abrí la reja y lo deje a su suerte, espero huya lejos y no sea presa de esta actual abominación, no quería hacerlo era mi única compañía, pero no me podía arriesgar a tener un grupo de estúpidos mordelones fuera de mi casa.

Machacar cráneos lo veo como un tipo de eutanasia, ya están fuera de éste infierno, creo que una parte de ellos sigue dentro sin poder controlar su cuerpo, y viendo como matan a sus familiares y amigos, si alguien me ve en ese estado espero hiciera lo mismo por mí y me librara de esto.

Me dispuse a buscar armas, en mi auto dejo siempre un machete en la cajuela, lo cargaba para hacer leña para la chimenea de mi abuelo, y siempre bromeaba con mis amigos y primos cuando me preguntaban para que era, diciendo: solo es en caso de zombies, tontamente fue en  lo primero que pensé.

Mientras sacaba de la cajuela de mi auto el machete vi mis dos primeras muertes viniendo a mí, eran unos vecinos cercanos a los cuales nunca hable, vivían en la cuadra 15 casa 12, a pesar de no hablarles siempre los saludaba, por cortesía, a la mujer le di un machetazo muy fuerte, no sé qué tiene esta enfermedad que hizo tan blanda su cabeza, o que me hizo a mí la adrenalina o el miedo que pude cortarla con tanta facilidad, solo voló por el callejón la parte superior de su cabeza, mi primer movimiento después de aquello fue agacharme a vomitar, agarre poco color al sentir que se acercaba su esposo detrás con un brazo a medio comer, me volteo a ver con esos ojos furiosos y yo le devolví la mirada olvidando lo que hice a su esposa y tratando de apreciar la velocidad a la que iba a por mí (pienso que su esposa fue la que devoró su brazo), él venia hacia mí, me prepare agitando el machete, dando fuerza a mi brazo y yo fui a por él, arrancando su cabeza con un movimiento fuerte de derecha a izquierda, fui a aplastar su cabeza por si acaso seguía moviéndose, mi lógica me decía que no era posible, pero las series televisivas opinan diferente.
Este primer día solo se escuchaban gritos por todos lados, procure no hacer ruido y dejar un escape en caso de cualquier cosa, la gente en ese tiempo ya no trataba de huir, con muchos infectados no hay tiempo de hacerlo, pues se amontonan en cualquier parte, cuando escuchan movimientos.

Necesitaba un plan de escape, coloque mi carro en neutral, es un Cavalier morado con un yin yang en el vidrio trasero, lleve mi carro hacia la salida a delicias, lo deje de lado del arco que dice bienvenido a naica, el desnivel en naica ayudo a moverlo sin hacer mucho ruido, lo lleve por un lado de terracería a lado de la carretera, que solo usan para ir a donde están los transformadores de energía del pueblo, a este tiempo ya habían pasado 4 horas de que todo comenzó, corrí por el cerro, tapándome con los pequeños mezquites, hasta la parte más corta; del baldío a mi casa.


Y si se lo preguntan, ¡sí!, mate más caníbales, pensaba mantener la cuenta, pues no he perdido mi humanidad y me duele saber que no volveré a saludar a mis vecinos que he asesinado, y la verdad he perdido las ganas de contar cosas inútiles. Corrí hasta mi casa, pues solo es la mínima distancia de 3 cuadras, dos en línea recta y una en perpendicular, entre por la puerta principal, la única que no tapé por completo, para poder entrar y salir por el callejón.

Entrando a mi casa espere dejar de jadear y ver por el vidrio si alguno me había visto donde entre, y si me siguieron un montón, solo que aún quedan algunos sobrevivientes ruidosos que los han alejado de mí.
Hoy por la noche no hubo mucha luz en Naica, solo la de unas pocas lámparas, supongo que es por los postes que están tirados, de los choques de las personas al querer huir del pueblo.

Comencé a planear como llegar a casa de mi tía Silvia, ahí vive mi primo Juan al cual apodamos chape, y se creó él sigue con vida, es parecido a mí a la hora de actuar rápido, y tiene espadas en su casa, las armas no serán problema pues es ex militar de la fuerza aérea, por el momento tengo algunos planes, uno de ellos es crear una distracción grande, solo que no sé sí pueda ocasionar problemas a alguien más que esté refugiado y debo seguir pensando en cómo escapar sí algo sucede, tengo algunas provisiones, pues la mayoría se las llevo mi madre en la troca, aquí seguiré un tiempo.

Escucho movimiento en el callejón frente a mi casa, pero no quiero asomarme, pues pueden ver la luz de la vela a la que escribo, he dejado una mochila en cada salida que tengo disponible de mi casa. Una es la ventana del cuarto de mi madre y subir por una escalera a la azotea, y la otra es la puerta principal, su vidrio me deja ver quien está al frente y gracias a la óptica no se ve de fuera hacia dentro.


Pensaba utilizar la salida por la ventana del cuarto de mis padres para subir a la azotea con los binoculares y ver los posibles caminos, creo debo utilizar los que estén más inutilizables para los zombies, pues yo tengo más funciones de motricidad disponibles, sí me cansaría, pero podría huir. Aparte que debo observarlos más y ver qué es lo que pueden hacer que me pueda meter en problemas, como la escuela me ha enseñado cuando tienes un problema lo primero es la observación.

Por ahorita tratare de descansar, son las 3:30 de la mañana del 26 de marzo…